EL NORTE (120709)
- Incentiva Instituto... ¡robo de autos! Encabeza alto funcionario de Control Vehicular tráfico de 175 mil placas para carros robados o chuecos; estiman desfalco a erario en $30 millones. Santiago Adrián González, acusado de traficar placas, se identifica como jefe de operaciones, reporta al titular del ICV y tiene salario de $45 mil.
- Jaime Bazaldúa continúa al frente del Municipio regio pese a que Congreso estatal revocó su nombramiento como Alcalde sustituto tras orden judicial.
- Desconoce AMLO triunfo de Peña. La coalición Movimiento Progresista, que postuló a AMLO a la Presidencia, buscará anular elección bajo el argumento de que no fue libre y auténtica.
- Reclaman tierras a aeropuertos. En México, 16 aeropuertos tienen problemas con ejidatarios; en algunos casos, incluso después de 65 años de haberse expropiado los terrenos.
- Luego de que el viernes evadieran un operativo de la PGR gracias a un pitazo, vendedores de mercancía pirata operan tranquilamente en el Centro.
OSIEL CASTILLO BARRAZA
La sonrisa cínica de Fernando Larrazabal causa molestia a quienes lo ven feliz con el acta que lo acredita como diputado federal. La sicología del Poder nos muestra que quienes abrevan en las aguas negras de la corrupción tienen capacidad hasta de sonreír. Aún así, el precio ha sido alto. Se nota al ingeniero civil, con maestría en ingeniería electoral, sonriente, si, pero con menos kilos de peso. La tunda mediática de la relación de su gobierno municipal con los casineros más la tragedia de Casino Royal si lo impactaron.
Pero a los ciudadanos de Monterrey que votaron por él parece no importarle los escándalos de corrupción de José María Elizondo, la insensibilidad de Felipe de Jesús Cantú, la corrupción a contra pelo de Adalberto Madero o los escándalos y un cinismo e impunidad sin parangón de Fernando Larrazabal.
Gustavo Madero recomendó que Larrazabal pidiera permiso para aclarar la corrupción de sus funcionarios más cercanos en el quesogate. El alcalde pidió el fin de semana para pensarlo e hizo una encuesta a modo en donde la mayoría le pedía quedarse. Y se quedó. Pero después los traicionó y se fue a la campaña para diputado federal. Pero antes, cuando quería ser alcalde de Monterrey comprobó su residencia en Monterrey, aunque vivía en San Pedro. En las pasadas elecciones votó en una casilla en San Pedro.
El cinismo es el sello de la casa y permea el Cabildo, priistas incluidos. Hoy no tenemos alcalde, ni quien reciba notificaciones ni de jueces ni del Congreso. Es que van en fin de semana. Lo que sí es cierto es que ha ganado, pero sin aval moral. Es el político más famoso de México porque hace lo que quiere. Solo tiene que recordar que el fuero lo tiene hasta que tome protesta formal como diputado federal el primero de septiembre. Esta semana veremos y diremos de este político sui generis, digno de Ripley. Hasta Maderito está ruborizado.
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