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EN EL INSTITUTO REGISTRAL y Catastral de Nuevo León traen muchos libros perdidos. La gente se queja de que no puede avanzar en sus trámites legales para obtener un crédito, para vender sus propiedades, para liberar gravámenes. Los funcionarios de ventanilla simple y llanamente responden que no encuentran los libros. ¿Habrá chanchullo gigantesco? Ellos dicen que se los llevaron para digitalizarlos, que la empresa Kodak, contratada para estos menesteres, cambió su software y por eso se tarda la digitalización, además de que quiere cobrar de nuevo por el trabajito. Será melón, será sandía, pero en el registro público de la propiedad huele a cloaca…
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