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M.A.KIAVELO (El Norte)
El que anda diciendo a propios y extraños que resurgirá en la política como el Ave Fénix es Adalberto Madero, quien no sólo jura que seguirá en el PAN, sino que ya se ve en el 2012 como Alcalde... ¡de Guadalupe!
Maderito trae todo fríamente calculado para que dentro de pocos días el Trife emita un fallo sobre la impugnación que presentó sobre su expulsión del PAN el pasado 18 de febrero. El ex Alcalde de Monterrey -que está a unos días de casarse, pero se niega a darle el divorcio al PAN- está más que confiado en que volverá a asestarles un revés a sus rivales partidistas, ya que, según él, las acusaciones que pesan en su contra carecen del más mínimo soporte jurídico. Con harto orgullo y en su conocido estilo de pez enjabonado, presume que estas acusaciones son tan endebles que la palabra corrupción ni siquiera es señalada en el documento. Y, aprovechando que la boda le da una excusa para buscar una nueva residencia, resulta que dentro de poco se irá a vivir a un sector de Contry, en territorio -oh, casualidad- de Guadalupe. Más que urgido por la nueva casa, el flamante novio está urgido por la nueva dirección y, en consecuencia, la credencial de elector que justifique su residencia en Guadalupe un año antes de los comicios, justo lo que exige la ley a un candidato a Alcalde.
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