FRICASÉ (Reforma)
Dijo ayer el prestigiado catedrático de la UNAM, Miguel Carbonell, que la corrupción es el impuesto que más afecta a la comunidad, en referencia al plan anunciado durante la función de matiné de Medina de la Cruz de ofrecer recompensa a los ciudadanos que denuncien actos de corrupción. En el contexto de que Medina de la Cruz no se ha distinguido precisamente por ser Ejecutivo, sino todo lo contrario, en la mayoría de los casos lo suyo es el rollo mediático, las apariencias, la faramalla y la simulación. Ayer mismo, nada menos, presenciamos una sentida y dolida manifestación de las familias de las 52 víctimas de la masacre del Casino Royale a los 49 días transcurridos tras el trágico suceso pidiendo a la autoridad que dé a conocer los resultados de su "peritaje" y que se actúe contra los responsables, pero ya. Si de veras fuera Medina "Fray Escoba" y quisiera limpiar la casa, lo hubiera hecho desde el inicio de su mandato, y no al segundo año, sacudiéndose a tanta rémora del Nativirato a quienes refrendó en sus puestos, respetó sus feudos, y los deja seguir haciendo de las suyas. Medina no es transparente, si lo fuera ya estaríamos enterados todos cómo está realmente la deuda de Nuevo León (información "reservada" en triquiñuela de opacidad) y estarían en la cárcel -cuando menos- una media docena de funcionarios estatales del sexenio pasado que se despacharon con la cuchara grande abrevando en la fuente prohibida de los recursos públicos. ¿Más cómo va a poder, si los del pasado son ahora los suyos? En suma: no le creemos a Medina, y dudamos mucho que la ciudadanía lo haga.
Monitor Político, 111014
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